Daisaku Ikeda y Josei Toda, 1958 |
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La verdadera grandeza implica que, incluso si olvidas lo que has hecho por los demás, nunca olvidas lo que otros han hecho por ti. Esto significa que siempre estás haciendo todo lo posible por pagar las deudas de gratitud. Las personas así, irradian integridad, profundidad de carácter, gran corazón y encanto.
Puedes decirte a ti mismo, "Es muy difícil, no creo ser capaz de hacerlo", o "Sí, puedo hacerlo. Déjenme a mí!". Sólo una delgada línea separa a los dos. Pero te diré una cosa: si trabajas como un loco, mostrarás capacidades que nunca supiste que tenías; un potencial que siempre tuviste, pero nunca aprovechaste.
Hay tres estándares para la elegir un puesto de trabajo: Los tres valores de la belleza, el beneficio y el bien. El ideal de cada persona es conseguir un trabajo que les guste (belleza), que sea materialmente gratificante (beneficio), y donde se pueda contribuir a la sociedad (bondad). El mundo real, sin embargo, no es tan cómodo como uno podría pensar. Los que encuentran un trabajo que cumpla con su ideal desde el principio, sin duda, son pocos y aislados. A menudo, la gente tiene que trabajar en un puesto de trabajo que nunca esperó tener que hacer.
Sin huir de un trabajo desagradable, usted debe seguir trabajando duro mientras reza al Gohonzon. Continuando de esta manera, al final, sin falta se encontrará en una posición que le guste, que sea rentable, y, además, que cree un gran bien para la sociedad.
No sólo eso, cuando más tarde recuerde este período de lucha, verá que ningún esfuerzo fue en vano, que sus esfuerzos anteriores se han convertido en valiosos activos. Entonces entenderá que todo lo que ha atravesado ha tenido un sentido.
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