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Este blog tiene como único fin presentar artículos traducidos al español públicados por la Soka Gakkai Internacional y/o Daisaku Ikeda, Presidente de dicha organización. Este espacio no publica ni produce contenidos propios, solo es un intento de hacer llegar a hispanoparlantes los contenidos publicados por dicha organización originalmente en inglés. En cada artículo traducido, se incluirá la referencia al artículo original para que pueda constatarse el origen de dicha información.

jueves, 2 de agosto de 2012

CIUDADANÍA GLOBAL, por Daisaku Ikeda

Frases de Daisaku Ikeda publicadas en
http://www.ikedaquotes.org/global-citizenship


No importa cuan complejos parezcan los desafíos globales, debemos recordar que somos nosotros mismos  los que los hemos originado. Por eso mismo, es imposible que ellos estén fuera de nuestro poder de resolución como seres humanos. Retornando a nuestra  humanidad, reformando y manifestando las capacidades internas de nuestras vidas, podemos hacer posible una reformar y potenciación a escala global.


No es necesario que las diferencias entre las personas actúen como barreras que hieran, dañen y nos aparten. Más aun, esas grandes diferencias entre las culturas y las civilizaciones deben ser valoradas como manifestaciones de la riqueza de nuestra creatividad compartida.


La tierra es originalmente un oasis verde que no necesita de fronteras nacionales; es la sede de la existencia compartida de la humanidad, la encarnación de nuestro destino en común. El tiempo demanda que reflexionemos sobre estas preguntas: ¿Cuál es el fin de la identidad nacional? ¿Cuál es el propósito de las fronteras nacionales?


Los problemas que confronta la humanidad son intimidantes en su profundidad y complejidad. Si bien es difícil ver por dónde empezar (o cómo), nunca debemos rendirnos al cinismo o la parálisis. Cada uno de nosotros debe iniciar acciones en la dirección que crea correcta. Debemos resistirnos a la tentación de acomodarnos pasivamente a la realidad actual, y embarcarnos en el desafío de crear una nueva realidad.


Crear armonía dentro de la diversidad es un tema fundamental en el siglo veintiuno. Mientras celebramos las características únicas de las diferentes personas y culturas, debemos crear solidaridad en el nivel de nuestra humanidad en común, nuestra vida en común.  Sin una solidaridad como esta, no habrá futuro para la raza humana. La diversidad no debiera engendrar conflicto en el mundo, sino riqueza.


La discriminación es una absoluta maldad. Aquellas personas que tienen sus mentes tan distorsionadas perjudican tanto la vida de los demás como a sí mismos. Intentar localizar la “raíces” de la propia identidad en un determinado grupo racial o étnico es una ilusión. Es como un espejismo en el desierto. Este sentido de identidad solo acentúa las diferencias entre uno mismo y los demás, y se vuelve una causa subyacente de conflictos y pugnas. Lo necesario hoy en día es un sentido común de nuestra profunda identidad humana que pueda ser compartido por todos. Cuando cambiemos la forma en que nos vemos a nosotros mismos como seres humanos, todo cambiará.


-    La sabiduría de percibir la interconexión entre todas las formas de vida
-    El coraje de no temer ni negar las diferencias; sino respetarlas y esforzarse por entender a las personas de diferentes culturas, y crecer en el encuentro con ellas.
-    La compasión de mantener una empatía imaginativa que llegue más allá del entorno inmediato y se extienda a los que sufren en lugares distantes.
Estas cualidades son los elementos esenciales de la ciudadanía global.


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