ENFRENTANDO DESAFÍOS, por Daisaku Ikeda

Artículo publicado en
http://www.ikedaquotes.org/stories/facing-challenges

Sadie y Bessie Delaney

Dos hermanas afroamericanas, Sadie y Bessie Delaney, nacieron al sur de Estados Unidos a fines del siglo diecinueve.

Al crecer, las hermanas sufrieron a causa de la profundamente arraigada discriminación hacia las personas afrodescendientes. A menudo se estremecían de furia por el trato que recibían. Pero ellas se negaban a darse por vencidas, aprendiendo a reírse de la discriminación y animándose mutuamente a no desesperarse. Las hermanas se propusieron: si la sociedad no va a aceptarnos cuando tengamos las mismas habilidades que la gente blanca, entonces deberemos volvernos aún más capaces. Ellas heredaron la fuerza de sus padre, que solía decir: “Nunca se rindan; recuerden, ellos pueden segregarlos, pero ellos no pueden controlar sus mentes: sus mentes aún son suyas”. A través de incansables esfuerzos, ellas consiguieron ganar vacantes para estudiar en la Universidad de Columbia.

Sadie, la hermana mayor, se convirtió la primera afroamericana en enseñar ciencia doméstica a nivel secundario en la ciudad de Nueva York. Bessie, a su vez, fue la segunda mujer afroamericana  licenciada a practicar odontología allí. Ellas no fueron derrotadas por la discriminación, la pobreza o las críticas. Ellas derribaron cada obstáculo con la actitud de “Qué, eso es todo?”.

Bessie resume su actitud diciendo: “Hagas lo que hagas, solo debes luchar en esta vida… si hay algo a lo que debes aferrarte, es al coraje de luchar!”. Ambas hermanas sobrevivieron a sus detractores, alcanzando más de 100 años de edad con un profundo sentido de logro.

Mucha gente piensa que solo los que nacen en circunstancias favorables pueden tener éxito en la vida. Estas personas piensan que ellos también podrían haber tenido éxito, si tan solo hubieran sido bendecidos con esto o aquello, o si tan solo no estuvieran abrumados por los problemas que los afligen en este momento.

Cuando yo era joven, tenía un amigo que se destacaba en todo lo que hacía y se ganaba la admiración de todos. Pero recientemente he oído que él ha terminado muy infeliz, agobiado por la enfermedad y los problemas familiares. Cómo puede haberle pasado esto a una persona que parecía tan afortunada en su juventud? Tal vez sea porque, habiendo sido mimado desde una edad muy temprana, nunca aprendió lo que era el trabajo duro, ni lo que significa esforzarse por obtener algo. Pensando que todo que él necesitara le caería del cielo, probablemente evitó hacer grandes esfuerzos y por eso mismo fue incapaz de resistir las oleadas de dificultades que lo golpearon más adelante en su vida.

Mientras estemos vivos no estaremos libres de dificultades ni a salvo de los problemas. La cuestión es cómo superarlos y resolverlos. Y hay solo una respuesta: afrontando y desafiando las pruebas de la vida con la frente en alto. De este modo, podemos realmente transformarlos en fuentes de alegría. Las dificultades forman el carácter. Creo firmemente que uno no puede convertirse en una persona de carácter extraordinario llevando una vida ordinaria y pacífica, evitando los problemas.

Vivir implica escalar una montaña, luego la próxima, luego otra después de esa. La persona que se mantiene en movimiento, un paso a la vez, y finalmente conquista la montaña más alta, tendrá un real sentido de victoria en la vida. Pero alguien que evita los desafíos y toma el camino más fácil, gradualmente descenderá hacia los valles y no tendrá tal sensación de satisfacción.

Esas personas, cuando enfrentan un problema, tienden a pensar: “sé que podría hacer algo, pero será muy difícil”. Cuando es momento de actuar, ese tipo de personas tienden a irse. Alguien que persevera se embarcará en el desafío de todas maneras, determinando: “será difícil, pero tengo que hacer algo”.

Una querida amiga que enfrentó todos los desafíos en su vida fue la Señora Fang Zhaoling, una pintora y caligrafista radicada en Hong Kong que falleció en el 2006 a la edad de 92 años. Ella creció durante la gran inestabilidad política en China, y su padre fue asesinado a tiros frente a ella cuando tenía once años. Pero su madre se resolvió a no permitir que esta tragedia interrumpiera la educación de su hija, y la Señora Fang estudió duramente, y aprendió también a pintar.

Ella se casó joven y tuvo ocho hijos. Entonces la tragedia la golpeó nuevamente cuando tenía 36 años. Su esposo murió, dejándola sola en la crianza de sus hijos, de entre 3 y 11 años de edad. La Señora Fang comenzó entonces una pequeña empresa comercial y de alguna manera se las arregla para administrarla y criar a sus hijos, proporcionándole a cada uno de ellos una buena educación. Ella dice: “Experimentar las penurias de enviudar a una edad tan temprana tal vez me dio la fortaleza de ir a estudiar y desarrollar mis habilidades como artista”.

Pintura de Fang Zhaoling

Su vida fue la evidencia de que superar los desafíos y triunfar sobre la adversidad es de lo que se trata la vida. Sus pinturas a menudo muestran abruptos acantilados y peñascos inalcanzables, pero a menudo se puede ver una carretera o camino a través de las rocas. Su vida brilló como una joya, forjada y pulida por la adversidad. El diamante, el rey de las joyas, es el más duro y más brillante de los minerales. Así como el diamante se cristaliza cuando el carbono enterrando a gran profundidad se somete a temperaturas y presiones extremas, del mismo modo, cuando nosotros forjamos nuestras vidas bajo las intensas presiones de las dificultades y en el severo calor de la adversidad, es que podemos desarrollar un hermoso y fuerte sentido de nosotros mismos.

A menudo el mayor obstáculo que nos encontramos en los desafíos de la vida es nuestro propio miedo a fallar. Pero no es el fracaso a lo que debemos temer. El verdadero fracaso solo llega cuando dejamos que el miedo nos impida tomar nuevos y desconocidos desafíos.

Casi todas las figuras importantes de la historia de hecho han vivido vidas marcadas por una desgracia tras otra. Pero estos individuos se han puesto nuevamente de pie luego de cada caída, empujados por un espíritu que se niega a reconocer la derrota y saborea el desafío, para eventualmente coronar sus vidas con la victoria.

Aún si tienes problemas, aún si has hecho cosas de las que te arrepientes, o has cometido errores, todo tu futuro se encuentra delante de ti. Si puedes continuar avanzando, diciéndote a ti mismo “comienzo a partir de hoy”, “empezaré todo de nuevo desde ahora, desde este momento”, entonces todo un nuevo mundo de posibilidades se abrirá frente a ti.