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Este blog tiene como único fin presentar artículos traducidos al español públicados por la Soka Gakkai Internacional y/o Daisaku Ikeda, Presidente de dicha organización. Este espacio no publica ni produce contenidos propios, solo es un intento de hacer llegar a hispanoparlantes los contenidos publicados por dicha organización originalmente en inglés. En cada artículo traducido, se incluirá la referencia al artículo original para que pueda constatarse el origen de dicha información.

miércoles, 23 de abril de 2014

El Poder de la Polifonía, por Ali Bailey

Artículo publicado en http://www.sgiquarterly.org/feature2007Oct-8.html

Edisher Garakanidze imparte un taller en el Reino Unido
Algunas formas de depresión son causadas por las emociones reprimidas que se surgen a causa de traumas o de creatividad no expresada. La energía particular del ser interior del individuo queda bloqueada y no tiene salida. Hace años, mientras luchaba para sobrevivir como actriz desempleada en Londres, donde las relaciones comunitarias prácticamente no existen, la sensación de que yo realmente no existía comenzó a arraigarse. Durante este período depresivo, me dieron la oportunidad de asistir a una clase gratuita de Canto Georgiano Polifónico para actores.

El canto polifónico es el canto grupal o social donde se cantan varias líneas o armonías entrelazadas. En la Polifonía Georgiana siempre hay tres partes, cada una de igual importancia, y esto refleja la creencia georgiana en la interconexión de la vida.

En la primera clase, aparentemente yo no era la única que se sentía alienada y deprimida. Durante los siguientes meses, tan solo aprendiendo Canto Georgiano Polifónico juntos, el grupo experimentó una transformación, y las conversaciones dejaron de ser sobre las angustiosas preocupaciones por el trabajo para abrirse hacia un intercambio acerca de la vida, con una sensación de vitalidad y optimismo en el aire. La mayoría de nosotros todavía estábamos desempleados, pero ya no estábamos derrotados. El proceso de cantar, de desbloquear emociones atrapadas, fue descrito por el poeta georgiano Ilia Chavchavadze, en 1880: "La canción es la misma lágrima que aparece cuando el corazón se retuerce de dolor, y también cuando es visitado por una gran alegría".

Uno de nuestros maestros fue el último gran cantante, maestro y etnomusicólogo georgiano Edisher Garakanidze, que vio al canto como un medio para maximizar el vigor de la vida inherente a todas las personas y como herramienta para construir confianza. A nuestro grupo, el alivio que nos daba el simple hecho de cantar juntos nos permitió sacar nuestro lado humano creativo, y vislumbramos un enfoque y un propósito alternativos para hacer arte. Este tipo de canto no hacía hincapié en la destreza de cada uno, en quién era el mejor o ni siquiera en hacer presentaciones frente a una audiencia; se trataba acerca de escucharnos los unos a los otros, y constituir conexiones humanas. Edisher dice:

"Todo el mundo, sin excepción, tiene la habilidad de cantar del mismo modo que tiene la capacidad de reír, llorar y correr... Muchas personas cantan sólo cuando están solas, por timidez. Pero esto no es ni la mitad de la alegría que la música brinda. Cantar juntos es completamente diferente. El canto comunitario es una oportunidad para considerar a la otra persona, darle algo, pero al mismo tiempo encontrar placer en uno mismo. Y tu placer y el mío juntos, es una felicidad… Los participantes dan una paso adelante en la tarea de trabajar con sus obstáculos internos y sus complejos, y un paso adelante hacia su libertad interior”.

Creando Conexión

Nuestro grupo estaba de acuerdo en que se comunicaba algo profundo a través de esta música. Las canciones, algunas ellas que datan del siglo VIII, han pasado oralmente de generación en generación. A menudo se cantaban en el trabajo y describen situaciones humanas universales y los altibajos de la vida cotidiana. Chocando, los acordes discordantes dan paso a bellas armonías que expresan al mismo tiempo los aspectos ásperos y milagrosos de la realidad. Las canciones tenían un efecto catártico en mí, dispersando mi energía muerta y conectándome nuevamente a la vida interior y exterior.

Fiesta Georgiana
Edisher describe cómo la cultura georgiana, con la música en su centro, se refleja en la tradición de las "fiestas", donde comunidades enteras se reúnen para hablar de la vida, y donde las presentaciones de canto polifónico refuerzan la discusión filosófica y política. En una fiesta, una serie de "brindis" se realizan por la "¡Paz!" o "¡Madres!" o "¡Coraje!", "¡Amistad" o "¡Justicia!". Luego se cantan canciones que ilustran estos tema, a menudo con letras recién improvisadas. La discusión sobre el tema propuesto continúa (acompañada de bebida) hasta que sea tratado el tema a fondo, y se hace el siguiente brindis.

En la Georgia tradicional, si alguien está enfermo físicamente, los familiares, amigos y vecinos de la persona enferma limpian su casa de arriba a abajo, ponen flores frescas en todas las habitaciones, cocinan una comida especial, y finalmente cantan "canciones de curación". Esta costumbre se basa en la creencia de que muchos tipos de enfermedades físicas o mentales son causadas por la ausencia de "Los Señores" (espíritus benévolos) en el cuerpo de la persona enferma, que vuelven cuando escuchan cantar.

Esta imagen de atención humana colectiva entregada con tanta calidez e imaginación parece la antítesis del aislamiento y la alienación experimentados por muchos enfermos de depresión en mi propia sociedad.

La cantante escocesa Madge Bray ha utilizado el canto polifónico georgiano como un medio para tratar a los niños traumatizados. Ella cuenta que su proyecto, llamado “Heart of the Brave” (El Corazón del Valiente), tiene el objetivo de aliviar el sufrimiento de los niños más vulnerables y ofrecer nuevas exploraciones en la sanación a través del sonido y la vibración, al estilo georgiano. Los georgianos Ghia Razmandze y Leah Karkachis, líderes del proyecto, explican que la sencilla aproximación de salir a pasear por el bosque y cantar todo el día juntos, libera a los niños del trauma emocional y todos ellos se recuperan. Ellos explican: "Primero tienes que mirar el interior de un niño y ver cuál es el problema. Puedes ver dentro del alma de un niño. Mira para ver cuál es su dolor. Tenemos canciones para superar el miedo".

Ali Bailey es una miembro de la SGI, con sede en Londres que trabaja como profesional de teatro independiente y profesora de actuación. Ella también lleva a cabo talleres de canto para la comunidad.

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