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Este blog tiene como único fin presentar artículos traducidos al español públicados por la Soka Gakkai Internacional y/o Daisaku Ikeda, Presidente de dicha organización. Este espacio no publica ni produce contenidos propios, solo es un intento de hacer llegar a hispanoparlantes los contenidos publicados por dicha organización originalmente en inglés. En cada artículo traducido, se incluirá la referencia al artículo original para que pueda constatarse el origen de dicha información.

miércoles, 30 de mayo de 2012

FELICIDAD, por Daisaku Ikeda



Frases publicadas en
http://www.ikedaquotes.org/happiness


El budismo enseña que cualesquiera sean nuestras circunstancias individuales, siempre podemos descubrir la capacidad de ayudar a los demás; también nos asegura que los que más han sufrido tienen el derecho a la mayor felicidad.


Ayudando a otras personas a ser felices, nosotros también llegamos a ser feliz. ¿Cómo pueden aquellos que sufren en las profundidades del infierno, que han perdido la voluntad de vivir, volver a ponerse de pie? Simplemente, pensar en nuestros propios problemas a menudo nos hace caer aún más en la desesperación. Pero, al ofrecer una mano a alguien que también está sufriendo, recuperamos la voluntad de vivir. Actuar en beneficio de los demás nos permite sanar nuestras propias vidas.


Nuestra personalidad no determina nuestra felicidad o infelicidad, sino que es el contenido de cómo hemos vivido nuestra vida la que decide.


Nadie en este mundo puede transcurrir por su vida sin tener ninguna dificultad. A menos que accionemos, la felicidad no vendrá a nosotros por sí misma. La realidad es dura. Es por eso que, en lugar de deambular por nuestras circunstancias, debemos elegir enfrentar la realidad, utilizando tales batallas para fortalecer nuestras vidas.


Alguien dijo una vez: “Hay personas que son felices con solo beber agua. Por otro lado, hay algunos que se hunden en la tristeza, mientras van vestidos de lujo”. Si una persona es feliz o no, no puede ser juzgado por su apariencia. Cuando uno mira hacia atrás en su vida, a veces, te das cuenta de que los momentos más difíciles fueron los momentos más plenos y felices.


La felicidad relativa es la felicidad que depende de cosas externas a nosotros, como la riqueza o la posición social. Si bien la felicidad que estas cosas nos traen es ciertamente real, se rompe fácilmente cuando se alteran las condiciones externas. La felicidad absoluta, por otro lado, es algo que debemos encontrar dentro de nosotros. Esto implica establecer un estado de vida en el que nunca seremos derrotados por las dificultades, y donde el simple hecho  de estar vivo es una fuente de gran alegría.


Una sonrisa no es un signo de felicidad, pero si es la causa de la felicidad.


La felicidad no existe al otro lado de las montañas distantes. Está dentro de ti, en ti mismo. Eso no significa, sin embargo, que debas quedarte sentado pasivamente. La felicidad se encuentra en el dinamismo vibrante de tu propia vida cuando luchas por desafiarte y superar un obstáculo tras otro, cuando escalas un risco peligroso en busca de aquello que está más allá.


Cuando se ve desde la perspectiva del verdadero valor de la vida, el hecho de que una persona sea rica o pobre es una cuestión marginal en el mejor de los casos. Los verdaderos pobres son aquellos que son más ricos que otros, se toman demasiado en serio a si mismos, y miran hacia abajo a los menos pudientes. La felicidad nunca será una limosna, es algo que creamos con nuestras propias manos.


Si quieres construir una vida feliz, tienes que pensar detenidamente en los fundamentos. La felicidad ciertamente no puede construirse sobre las apariencias o la afectación. La felicidad es el estado interior de nuestra vida en un momento dado.


Cuando manifestamos nuestra fuerza interior, nuestro punto de vista se transforma dramáticamente; todo lo que nos rodea se ve completamente distinto. Ser fuerte: esa es la llave de la felicidad.


¿Dónde podemos encontrar la felicidad? La felicidad no se encuentra en una vida tranquila, libre de tormentas y tempestades. La verdadera felicidad se encuentra en las luchas en las que nos involucramos para lograr nuestras metas, en nuestros esfuerzos por seguir adelante.


Cada uno de nosotros avanza seguro en su propia tierra, no en la tierra de los demás. La felicidad es algo que debemos crear por nosotros mismos. Nadie más puede dárnosla.


Cuando trabajamos por el bien común, construimos nuestra felicidad y la de los demás. Cuanto más hacemos por otras personas, más se abre el camino de nuestra propia felicidad. Haciendo esto, descubriremos un sentimiento de gratitud en tener la capacidad de ayudar.


La búsqueda exclusiva de los propios intereses no puede traer la verdadera felicidad. El gran camino a la felicidad verdadera se abre en la lucha por el bien de los demás.


Uno no puede esperar ser feliz sin dificultad ni esfuerzo. Debido a que nos desafiamos a nosotros mismos es que nos hacemos fuertes. Hacerse fuerte es hacerse feliz.


Deja atrás el sueño pasivo de un futuro color de rosa. La energía de la felicidad existe en vivir el día de hoy con las raíces hundidas firmemente en el suelo de la realidad.


La verdadera felicidad se encuentra en el coraje. El coraje es la puerta de entrada a la felicidad.


Mientras estemos vivos experimentaremos sufrimientos. Pero eso no significa que tengamos que ser infelices. La infelicidad proviene de dejarnos llevar por los altibajos de la vida; de sentirnos derrotados; de perder la esperanza, el coraje y la voluntad de avanzar.


La verdadera felicidad significa forjar un espíritu fuerte e invencible, sin importar nuestras circunstancias.


La satisfacción de los deseos no es la felicidad. La genuina felicidad sólo se puede alcanzar cuando transformamos nuestro modo de vida, cambiando la búsqueda irreflexiva de placer, por un compromiso de enriquecer nuestra vida interior, enfocándonos en “ser más” en lugar de simplemente “tener más”.


Es imposible construir la propia felicidad sobre la infelicidad de los demás. Esta perspectiva está en el corazón de las enseñanzas Budistas.


La pobreza no es algo de lo que avergonzarse. Lo que es vergonzoso es tener un corazón empobrecido o vivir deshonestamente. Haber nacido en una mansión no es garantía de felicidad, del mismo modo que haber nacido en una choza no lo condena a una a la miseria.


La felicidad no es algo lejano. No se encuentra en la fama ni en la popularidad. Cuando vives con integridad, tu corazón comienza a llenarse de una felicidad tan vasta como el universo. Se trata de ser fiel a ti mismo, y comenzar en donde sea que estés.


La verdad es que dedicarnos a la felicidad de los demás es realmente una condición necesaria para ser auténticamente felices a nosotros mismos.


La alegría de la vida no se encuentra en evadir los sufrimientos de la vida, sino en luchar contra ellos hasta el final. La verdadera felicidad no nace de la fuga; el éxtasis basado en la ilusión no perdura. La Iluminación se alcanza al ver la verdad, no importa lo desagradable que esta pueda ser.


La felicidad no existe como una cualidad aislada, ni tampoco se ajustan a un patrón fijo. La felicidad es algo que respira y vive en las relaciones entre una persona y otra.


Una vida pacífica no significa una vida libre de fatiga y sufrimiento. Por el contrario, se trata de vivir sin ser influido, pase lo que pase. Este es un estado de verdadera paz y felicidad.


Si, como enseña el Budismo, "todo está en constante cambio, y no hay permanencia", ¿cómo lidiar con el mundo que nos rodea? ¿Evadiéndonos? ¿Nos limitamos a resignarnos a la fugacidad de la vida? ¿O la desafiamos? De hecho, una apreciación de la naturaleza en constante cambio de todas las cosas es la clave de la felicidad. Porque significa que no importa cuán mala sea una situación, cambiará. Ninguna desgracia es permanente, ninguna desgracia es insuperable.


¿Dónde se encuentra la felicidad? ¿Cómo podemos ser felices? La felicidad no es una cuestión de cómo se mire a los demás. Más bien es una cuestión de lo que tú mismo sientes por dentro; es una respuesta profunda en tu vida.


Cuanta más felicidad aportamos a los demás, más felices nos volvemos.

3 comentarios:

  1. Excelente texto. Gracias por compartirlo! Nam Myoho Renge KyoK

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  2. Excelentes guías y Verdaderas. Gracias por compartir

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  3. Muchas,muchas gracias por compartir tan sabias palabras🙏💕

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