NamMiohoRengueKio

--PÁGINA NO OFICIAL--
Este blog tiene como único fin presentar artículos traducidos al español públicados por la Soka Gakkai Internacional y/o Daisaku Ikeda, Presidente de dicha organización. Este espacio no publica ni produce contenidos propios, solo es un intento de hacer llegar a hispanoparlantes los contenidos publicados por dicha organización originalmente en inglés. En cada artículo traducido, se incluirá la referencia al artículo original para que pueda constatarse el origen de dicha información.

martes, 29 de mayo de 2012

RELACIONES HUMANAS, por Daisaku Ikeda

Frases de Daisaku Ikeda publicadas en
http://www.ikedaquotes.org/human-relationships



Cuando respetas a los demás, los demás te respetan a ti. Cuando desprecias a los demás, otros te despreciarán. Cuando cambies, el mundo que te rodea cambiará.


La verdadera amistad se nutre a través de la magnanimidad de aceptar y respetar las diferencias. El corazón pequeño finalmente deja que la amistad se marchite, dirigiéndose solo a la soledad.


Cuando sufrimos alguna desgracia, tendemos a imaginar que nadie podría ser tan infeliz o desafortunado. Es fácil ahogarse en la autocompasión y olvidarse del resto del mundo. Pero envolvernos en nuestro propio dolor, descontento y desesperación sólo hará que nuestra fuerza vital a disminuya aún más.


Una sola palabra puede dejar cicatrices en otro. Una sola palabra puede también dar consuelo y alivio o empujar el espíritu de alguien al coraje. El cuidado con que usamos las palabras refleja la profundidad de nuestra humanidad.


La consideración es instruirnos a nosotros mismos en el arte de animar a otros. Lo importante no es sólo simpatizar o compadecerse del otro, sino comprender realmente lo que le está pasando. La empatía es crucial. A veces, sólo tener a alguien que realmente nos entienda nos puede dar la fuerza para seguir adelante.


Haz un esfuerzo para conocer gente. La interacción con los demás abre posibilidades nuevas y apasionantes. Conocer gente estimula nuestra mente, nos da energía, conduce a un mayor número de nuevos encuentros y expande infinitamente nuestra vida y nuestro mundo.


Las relaciones que tenemos con la gente son un reflejo directo de nuestro estado de vida interno. Ampliar y profundizar nuestras relaciones humanas es ampliar nuestro estado de vida.


Solo, el propio sufrimiento únicamente se profundiza. Los seres humanos necesitan estar con y entre otros seres humanos. El compromiso con otros forja nuestro carácter y nos enriquece.


Cuando tratamos a los niños con respeto, ellos, a su vez, aprenden a respetar a otros seres humanos.


La amistad no es una cuestión de la cantidad de tiempo que pasas con alguien. Más bien, es una medida de la fuerza y la profundidad de la resonancia espiritual que surge entre los dos.


Así como la brisa de primavera despierta tiernos brotes nuevos, el aliento sincero puede derretir un corazón congelado e infundir coraje. Es el medio más poderoso para rejuvenecer el espíritu humano.


Las patatas de montaña japonesas, conocidas como taros, son ásperas y sucias cuando se cosechan, pero cuando se colocan todas juntas en un recipiente con agua corriente y ruedan unas contra otras, la piel se descama, dejando las papas limpias y listas para cocinar. Del mismo modo, la única forma que tenemos de perfeccionar y pulir nuestro carácter es a través de nuestras interacciones con los demás.


La amistad se prueba y se demuestra en la adversidad. Quizá sólo aquellos que han sufrido golpes realmente desmoralizadores pueden apreciar completamente la belleza de la amistad.


Sólo cuando hemos vivido el peor y más aplastante de los tiempos, solo cuando hemos tocado fondo, es que podemos experimentar la alegría de una amistad genuina. Sólo un hombre de principios, una mujer con determinación, una persona que se mantiene fiel al camino que ha elegido, puede ser un amigo confiable y verdadero, y, a su vez, tener amigos de verdad.


No hay verdadera alegría en una vida vivida dentro del propio caparazón. Cuando das un paso para llegar a las personas, cuando te reúnes con los demás y compartes tus pensamientos y sufrimientos, una compasión y sabiduría infinita brotan dentro de tu corazón. Tu vida se transforma.


La sinceridad genuina abre los corazones de la gente, mientras que la manipulación hace que se cierren.


Una escritura budista afirma que "la voz hace el trabajo del Buda". La voz tiene la capacidad de transmitir la propia compasión por los otros. No importa lo mucho que signifique para ti, el sentimiento no se comunica por sí solo. Cuando los sentimientos se transmiten a través de las palabras, tu voz tendrá el inmenso poder de mover el corazón de otra persona.


Es este momento y este lugar los que importan, y ningún otro momento o lugar. Lo que importa es el aquí y ahora, la gente que esta aquí y ahora.


El corazón de una persona mueve el corazón de otra. Si el propio corazón está cerrado, las puertas de los corazones de las otras personas también estarán cerradas. Por otro lado, alguien que convierte en aliados a todas las personas a su alrededor, será atesorado por todos.


Es mucho más valioso buscar los puntos fuertes de los demás, no ganas nada criticando las imperfecciones de la gente.


Compadecerse o sentir lástima por alguien está lejos de la verdadera compasión. La comprensión es la clave. La gente puede encontrar la fuerza para continuar simplemente en saber que hay alguien ahí que los entiende incondicionalmente.


La gente que acude en tu ayuda en un momento de crisis personal, son personas de verdadera compasión y valentía.


En la medida en que nos observemos a nosotros mismos y elevemos nuestro estado de vida, podremos profundizar nuestra comprensión de los demás. Alguien que lo hace es capaz de reconocer y valorar a la individualidad de las personas. Una persona de sabiduría trata de fortalecer a los demás y sacar lo mejor de ellos.


Si eres sincero en tus interacciones con los demás, naturalmente te verás rodeado de buenos amigos.


Es importante mantener las promesas que les hacemos a nuestros amigos. Este es el verdadero significado de la amistad. Sin embargo, para convertirnos en personas que mantienen sus promesas con los demás, primero debemos aprender a cumplir las promesas que nos hemos hecho a nosotros mismos.


Los bosques de bambú del otoño son preciosos. Cada árbol de bambú se eleva independientemente, cada vez más alto y recto hacia el cielo. Sin embargo, en el suelo, ocultas la vista, sus raíces están interconectadas. De la misma manera, la verdadera amistad es un vínculo duradero que conecta a individuos independientes.


Los saludos amistosos sirven como una apertura al intercambio de corazón a corazón del que podemos disponer en el gran océano de la amistad.


A fin de superar nuestros prejuicios, debemos esforzarnos constantemente por desarrollar el hábito de mirarnos a nosotros mismos desde el punto de vista de los demás. Al tomar conciencia de que todas las personas tienen tanto puntos buenos como malos, en definitiva lo importante es esforzarse para combatir nuestra propia obstinación interior y estrechez de mirada.


La amistad depende de ti, no de la otra persona. Lo importante es lo que tú pones en una amistad, no lo que obtienes de ella.


Las palabras pronunciadas desde el corazón y llenas de un deseo poderoso por la felicidad de alguien, pueden tocar profundamente la vida de esa persona y revivir su espíritu, convirtiéndose en una fuente de inspiración para toda la vida.


En última instancia, la única manera de hacer buenos amigos, es convertirte tu mismo en un buen amigo. Las buenas personas se reúnen alrededor de otras personas buenas.


Nuestras relaciones humanas son como un espejo. Así que si estás pensando: "Si tan sólo fueran un poco más agradables conmigo, entonces yo podría hablar con ellos sobre cualquier cosa", probablemente esa persona está pensando de ti: "Si tan solo fuera más abierto conmigo, entonces yo sería más agradable con él”. Por lo tanto, tu debes dar el primer paso para abrir los canales de comunicación.


Cuando tengamos la genuina conciencio de que, no importa lo difíciles que sean nuestras circunstancias actuales, nunca estamos solos; que estamos vitalmente conectado con los demás y con el mundo: sin falta, nos elevaremos nuevamente al desafío de vivir.


Cuando una persona tiene aunque sea un solo buen amigo, su felicidad se duplica y su vida se enriquece enormemente. Esta es la riqueza verdadera.


Creo que la amistad es la relación más genuinamente humana de la que somos capaces. Ser comprendido y apreciado es una experiencia fundamental en la vida.


En lugar de intentar mejorar su situación, las personas celosas concentran sus energías en arrastrar a otros consigo. Las acciones basadas en los celos sólo causan sufrimiento y no crean ningún valor o beneficio para nadie. Sólo somos capaces de desarrollar nuestras buenas cualidades en la medida en que podemos respetar lo que es admirable en otros.


Cuando eres sincero en tu consideración por los demás, incluso en los asuntos más insignificantes, puedes producir un cambio total en el mundo que te rodea.


El budismo enseña que los oponentes poderosos pueden ser en realidad nuestros mejores aliados, ya que nos permiten forjar la nuestra firmeza de carácter y desarrollar nuestra fortaleza.


La amistad es el tesoro más hermoso, más poderoso y más valioso en la vida. Es tu verdadera riqueza. No importa lo mucho que la gente de estatus puede ganar o lo rico que pueda ser, una vida sin amigos conduce a una existencia desequilibrada y centrada en sí mismo.


La generosidad de espíritu de respetar a aquellos cuyo carácter y personalidad son diferentes de los tuyos, es la base misma de la amistad.


Animar a otro es una intensa tarea de inspiración, de reavivar su energía vital y llamar a su espíritu indomable. Detrás de esto debe haber un sincero deseo por su felicidad.


Las palabras superficiales no tocan las vidas de otras personas. Es necesario verter todo nuestro ser en nuestras palabras para animar de todo corazón a los demás.


Nuestra voz resuena con la vida. Por eso es que podemos tocar las vidas de los demás. El cuidado y la compasión impregnada en tu voz son las que abren el camino al alma del que escucha, golpeando su corazón y haciendo que cante a su vez. La voz humana convoca a algo muy profundo en el interior de la gente, y puede incluso obligar a una persona a actuar.


En la medida en que amemos a los demás, seremos amados. En la medida en que trabajemos para la felicidad de otros, podremos disfrutar de protección y apoyo. Esta es la ley de causa y efecto.


Un sentimiento de sinceridad es la única cosa que de algún modo, de una manera muy sutil, conseguimos a través de los demás. Los seres humanos quizá posean algún profundo poder interno que les permita sentir instintivamente la sinceridad. En cualquier caso, el grado en que puedan hacerlo es casi aterrador.


Aquel que trata a los demás con desprecio, eventualmente se verá rechazado y será evitado por quienes lo rodean. Cualquier persona atrapada en el egoísmo, al final descubrirá que ella es la que sufre. Por otro lado, una persona que muestra respeto por los demás, no sólo llegará a ser respetado, sino que también ayudará a difundir una actitud de respeto hacia los demás en toda la sociedad.


"Gracias" es una expresión milagrosa. Nos sentimos bien cuando lo decimos, y nos sentimos bien cuando lo escuchamos. Cuando decimos o escuchamos la palabra "gracias", las armaduras se caen de nuestros corazones y nos podemos comunicar en un nivel más profundo.

6 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Daisaku Ikeda, y la SGI, no tienen nada qeu ver con "namaste" La soka gakkai es una ONG a nivel mundial, que lleva a cabo los estandartes de la "cultura , paz y educacion" a traves de las enseñanzas del buda original, Nichiren Daishonin.

      Eliminar