Herbie Hancock, ganador de múltiples premios Grammy, es reconocido como uno de los grandes compositores modernos de jazz y una influencia primordial en la forma de ejecutar el piano en el jazz contemporáneo. A mediados de la década de 1960, Hancock estaba en el centro creativo de la clásica Miles Davis Quintet, una banda cuyas innovaciones musical ayudaron a redefinir el panorama del jazz. Incluso antes de esto, a sus 20 años, Hancock había grabado una serie de álbumes, ahora se considerados clásicos del género.
En la década de 1970, el uso que le dio Hancock a instrumentos de teclado electrónico ayudó a desarrollar el jazz-rock y otros estilos de fusión. Desde entonces, como un innovador creativo y explorador de nuevas direcciones en la música, no ha dejado de abrir nuevos caminos en el jazz, así como también ha grabado una serie de éxitos populares. Su álbum de 1974, “Headhunters”, es uno de los álbumes de jazz de mayor venta de todos los tiempos.
En 1986 ganó un Oscar por la banda de sonido de la película 'Round Midnight, en la que también tuvo un papel como actor.
Hancock comenzó a practicar el budismo y se unió a la SGI en 1972.
SGI Quarterly entrevistó Hancock sobre su experiencia de vivir una vida creativa.
SGI Quarterly: Puede contarnos que significa para usted vivir una vida creativa?
Herbie Hancock: En este punto de mi vida, mi objetivo principal no está en la forma de arte que mi carrera ha construido hasta este momento. Me centro principalmente en la verdadera fuente (o el propósito) sobre la que trata la música, que es mi forma de arte. Es decir, la vida misma.
En los fundamentos de la expresión artística está la esencia misma de la vida. Así que lo que estoy encontrando es que cuanto más intento ampliar y desarrollar mi vida, mayor es el impacto en mi música. La música se convierte en una herramienta para esta expresión. Mi objetivo es practicar esta forma particular de arte, con la esperanza de que en última instancia sea un catalizador en la apreciación que los oyentes tienen de sus propias vidas. Mi esperanza no es particularmente que la audiencia se inspire en mi música y me ponga en un pedestal. No se trata de eso. Mi esperanza es que de alguna manera se desencadene algo dentro de sí mismos, que sientan que su vida tiene más significado, más contenido e inspiración. Que sean más conscientes de algo que ya está en ellos.
Esa es mi esperanza. Y creo que el “lugar de donde uno viene” es muy importante. Tu visión de ese camino, tu intención, es muy importante.
SGIQ: Al parecer, hay una gran distancia entre lo que dice y la comprensión general del talento creativo, o el genio.
HH: Hay una tendencia de la gente a ser muy indulgente con la actitud del artista, siempre y cuando la expresión artística sea de su agrado. Casi esperan que un artista sea un poco raro y un poco egoísta, grosero. Pero yo estoy muy en contra de eso. Una convicción muy fuerte que tengo sobre este punto es que el arte más importante en el que todo el mundo está involucrado, es el arte de vivir. Y ese es el más difícil, el que es más importante dominar y desarrollar. Y así, todo el mundo es un artista en ese sentido. Esto realmente me ayuda en mi propia apreciación de la vida de los demás.
SGIQ: Qué ha aprendido de trabajar con grandes maestros como Miles Davis?
HH: Puedo nombrar muchas cosas hablando en forma bastante general. Pero, para ser más específico, hay ciertos conceptos que me esfuerzo por tener muy presentes como puntos importantes, y uno de ellos es el tomar riesgos. Pero, debo añadir, manteniendo un sentido de responsabilidad. Sin un sentido de la responsabilidad te puedes meter en un montón de problemas por tomar riesgos.
Miles respaldaba mucho la idea de tomar riesgos con la música. Eso es lo que él quería que hiciéramos. Él quería que nosotros constantemente intentáramos trabajar en las cosas, y constantemente tratáramos de encontrar nuevas formas de expresarnos. Así que alentaba mucho el tomar riesgos. De hecho, no le preocupaban en absoluto nuestros errores. A él le importaba mucho más el coraje que se requería para cometer errores. Cuando estás al borde, entonces cometerás "errores"; si intentas conseguir algo, habrá "errores", obviamente no va a sonar tan perfecto. Pero esta es la búsqueda y la honestidad y la integridad que la gente podrá sentir. Pueden escucharlo y sentirlo en sus corazones. Y eso es lo que los toca y los conmueve.
Es mi práctica Budista que está en el núcleo de esto que he realizado. Realmente me ha abierto los ojos a cosas que he observado y escuchado de mis mentores musicales. Y he sido capaz de ver cómo las cosas que he aprendido acerca de la creación de la música se pueden aplicar a la vida.
He aprendido que cualquier situación se puede ver desde un número infinito de puntos de vista. Con Miles conseguí esto a través de la música. Aprendí que una composición, una melodía, una pieza musical escrita por alguien, es un ejemplo, una expresión de una idea. Un músico de jazz puede tomar esa canción y, a través de la comprensión de que es solo un ejemplo, puede crear otros ejemplos mediante la búsqueda de otras formas de apreciar misma la pieza musical.
Este concepto también se puede aplicar a la vida diaria. Hay una tendencia natural en nosotros como seres humanos de ver las situaciones desde un punto de vista determinado. Pero lo que el budismo nos enseña, y lo que la vida nos enseña, es que una situación puede ser vista de muchas, muchísimas maneras diferentes. Y la manera en que vemos la situación, y cómo lidiamos con ella como resultado de verla desde otros puntos de vista, puede determinar que esta situación de vida tenga un efecto negativo o positivo en nuestro futuro.
Hay muchas cosas que nos suceden que al principio parecen ser negativas, parecen ser un obstáculo o un problema. "¿Por qué me pasa esto a mí?" Ese tipo de reacción. Pero es a través de esos desafíos que uno puede desarrollar una base sólida, raíces más profundas y apreciar nuestra propia capacidad para superar obstáculos y crecer a partir de ellos. Esto le da a uno un sentido de autoestima. De hecho, podemos llegar a apreciar los obstáculos en sí mismos, y podemos desarrollar una apreciación más profunda de nuestra propia vida. Así que los desafíos son realmente una oportunidad para acercarnos a la libertad. La verdadera libertad es cuando no tienes miedo de cualquier situación que pueda pasar en el futuro.
SGIQ: ¿Puedes hablarnos de la relación entre la creatividad y el sufrimiento?
HH: Hay una tendencia de la gente a sentir que un artista tiene que sufrir, o pagar sus deudas, con el fin de tener un mensaje que se puede traducir como sentimiento a través de su forma de arte. No niego la importancia de tener cosas que afrontar en la propia vida, o de cómo éstas pueden ser fundamentales para estimular la creatividad. Pero lo que me doy cuenta en este punto es que si tu estás luchando duro para desafiarte a ti mismo, ya sea a través de tu forma de arte, o cualquier tipo de trabajo que puedas tener, o con tu familia, o simplemente con la vida cotidiana que vives, no hay manera que puedas evitar sufrir en algún grado. Y es a través de estos sufrimientos y desafíos que puedes no solo estimular la creatividad, sino también desarrollar un sentido de autosuficiencia o autonomía. Si no estás enfrentando este tipo de situaciones, significa que no estás desafiando tu vida o tu arte, o que estás dormido, durmiendo en el trabajo, por así decirlo.
No hay nadie que pueda escapar del sufrimiento. Debido a que hoy en día el materialismo es tan desenfrenado y fuera de control, hay una tendencia a pensar que si eres rico y tienes el "mejor auto", el "trabajo adecuado", un cónyuge o una pareja, todas esas trampas, entonces puedes ser feliz. Cuando en realidad no funciona de esa manera. Las más valiosas cualidades de la vida no tienen precio, no pueden ser compradas o vendidas. Y tienen más que ver con el reconocimiento de que puedes superar las situaciones en tu vida, reconociendo que los obstáculos son los medios para el crecimiento en tu vida, desarrollando la compasión y el aprecio por las personas en tu vida, por el medio ambiente en el que vivimos. Desarrollando coraje. Hay tantas cualidades importantes que dan sentido y belleza a la vida, y que empequeñecen ese tipo de punto de vista materialista. Por supuesto que todos necesitamos sobrevivir en la vida, pero creo que las cosas se han ido demasiado lejos en la dirección materialista.
SGIQ: La tecnología es a menudo vista como una fuerza deshumanizadora en la sociedad. ¿Crees que también tiene posibilidades creativas para ofrecer?
HH: Por lo que yo sé, no ha habido ningún intento real de iniciar un movimiento para explorar los posibles usos de la tecnología para hacer frente a los asuntos reales de la vida cotidiana, los problemas reales. Problemas como la presión del grupo, la inhumanidad del hombre para con el hombre, los problemas sociales, la discriminación sexual, los problemas con las drogas, situaciones a resolver relacionadas con la identidad sexual. Todas las cosas reales a las que las personas deben hacer frente en su vida cotidiana. No he visto a nadie intentando realmente explorar el uso de la tecnología para esas cosas. La gente en el mundo de la tecnología tiende a dejarse deslumbrar por ella. Y piensan que realmente ayudan al mundo - "Mira cómo las cosas se mueven más rápido!". Pero mira los periódicos. Mira la primera página, mira las cinco primeras páginas. ¿En cuántas de las situaciones en esas primeras cinco páginas se utiliza la tecnología? En general, la respuesta es "ninguna", porque esas posibilidades han sido realmente exploradas.
He notado que muy a menudo hoy en día se utiliza la palabra "conocimiento", o la palabra "información", especialmente en esta nueva era tecnológica. La palabra que parece haber desaparecido del vocabulario es "sabiduría". Nunca la ves.
Lo que más me preocupa es que el ser humano ya no es el punto de apoyo, o el foco de la vida. Está en un lugar muy abajo en la lista de prioridades. Si la felicidad humana no está en la cima de nuestras preocupaciones, entonces ninguno de los otros elementos tendrá ningún significado. ¿Qué sentido tiene para la tecnología a menos que sirva de alguna manera al espíritu humano y a nuestra relación con el entorno en el que vivimos?
Una de las iniciativas que he impulsado, es la de explorar el uso de la tecnología para abordar estas cuestiones y preocupaciones humanas. He creado una fundación llamada Fundación El Ritmo de la Vida que recauda dinero para personas y organizaciones que estén haciendo esto. Empecé a darme cuenta, una vez que me embarqué en este proyecto, que necesitaba un medio para desarrollar algunos ejemplos. Así que formamos la Organización El Ritmo de la Vida (ROLO, por sus siglas en inglés). El primer proyecto que estamos llevando a cabo es en el Área de la Bahía de San Francisco con las siglas BAYCAT, Bay View-Hunter's Point Center for the Arts and Technology. La idea de esta escuela que queremos construir no es sólo darles a los jóvenes la capacidad de acceder a ordenadores de gama alta, sino también enseñarles a programar con la esperanza de animarlos a desarrollar software que se ocupe de las cuestiones a las que se enfrentan en la vida cotidiana. Queremos animarlos a generar nuevas visiones para el uso de la tecnología.
Si lo piensas bien, las personas que construyeron la era tecnológica están ahora en proceso de adaptación a la era que ellos mismos construyeron, mientras que las personas que han nacido en ella no tienen que adaptarse. Es algo natural para ellos.
SGIQ: ¿Por qué crees que es importante trabajar con los jóvenes?
HH: En la década de 1960, una gran cantidad de cambios importantes fueron instigados por personas en los primeros años de su juventud. Lo que hicieron, realmente cambió el mundo de muchas maneras. Creo que en un futuro no muy lejano, si tenemos suerte, un tipo muy similar de revolución puede ocurrir a nivel mundial a través del esfuerzo de los jóvenes. Me temo que si algo como esto no sucede, el futuro no solo va a ser duro, sino que va a ser cada vez más peligroso.
Una de las cosas que me he dado cuenta es que muchos de los problemas que la gente tiene que enfrentar día a día no son problemas creados por los "pobres". Han sido creados principalmente por los "ricos". Porque, a diferencia de los que no tienen, los ricos han estado en la posición de provocar este tipo de impacto global.
Para ser honesto, me considero uno de los que más tienen. Soy uno de los afortunados en la vida, en el planeta. Pero hay una tendencia entre los “pudientes” de considerar que los “desposeídos” no tienen nada que llevar al cuadro de la vida. Los ricos, con todas sus intenciones filantrópicas, a menudo toman posiciones, pensando que son los únicos que tienen la capacidad de aportar algo significativo. Hay una tendencia a que los ricos se sientan inherentemente superiores a los que no tienen, pensando que los que no tienen son estúpidos, que no son lo suficientemente brillantes. Pero lo que ellos no se dan cuenta es que no fueron los pobres los que crearon los problemas del mundo.
Lo que necesitamos es crear un cuadro de vida en la que se anime a todos a brindar lo que sea que tengan para ofrecer. Nunca se sabe de dónde pueden venir los próximos grandes conceptos. Puede ser de cualquier lugar del planeta, incluso de aquellos lugares que son ignorados, olvidados o aun despreciados. A menos que se proporcione un medio para que todos puedan venir a la mesa de la vida para brindar lo que tienen para ofrecer, nunca podremos experimentar la ventaja de su impacto en contribuir al avance de la vida.
Muy a menudo, los que no tienen, con el fin de sobrevivir y perdurar, han tenido que aprender ciertas lecciones de la vida. Los ricos podrían necesitar ese tipo de creatividad, sabiduría y visión. Una parte de la corriente subterránea de la Organización El Ritmo de La Vida proviene de este tipo de convicción. El hecho de que en este planeta todos nos necesitamos unos a otros. Y tenemos que ayudar a ponernos unos a otros en la posición de ofrecer las cosas que todos necesitamos para salir adelante juntos.
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