Este artículo resume las ideas principales la charla de Yoichi Kawada impartida en el 2001 en el Centro Ikeda, "La Perspectiva Budista sobre la Vida y la Muerte".
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Dr.Yoichi Kawada |
Yoichi Kawada, director del Instituto de Filosofía Oriental en Tokio, Japón, visitó Cambridge para discutir la comprensión Budista de la vida y la muerte. Formado en primera instancia como médico, el maestro Budista ha escrito extensamente sobre Budismo y ciencia médica. Con un discurso enfocado desde la tradición Budista Mahayana, el doctor Kawada se refirió a los conceptos fundamentales que unen a los Budistas, a partir de la creencia de que todos los seres vivos pasan por ciclos de vida y muerte, y su movimiento a través de estos ciclos es controlado por el poder del karma.
"El Budismo", explicó, "niega una identidad fija del ‘Yo’, tal como un alma. El Budismo niega también una visión nihilista de que después de la muerte no queda nada".
Yoichi Kawada resumió las primeras escrituras Budistas de esta manera: "Se habla de la muerte como el proceso en el que se pierde la conciencia, el cuerpo pierde su calor, y se puede decir finalmente que el tiempo de vida de esa persona ha expirado. Esta es la forma en que entienden la muerte".
Dentro de la tradición Mahayana, existe el concepto de conciencia, esa fase en la que estamos despiertos y conscientes, obteniendo información de nuestros sentidos. La conciencia ‘Mano’ (una variación del sánscrito ‘Manas’) es la capa siguiente, cuando la conciencia funciona independiente de los sentidos (la conciencia mano puede ser considerada una forma de inconsciente o subconsciente). Luego está la conciencia ‘Alaya’, una capa más profunda. "Aquí es donde la conciencia reside y continúa durante la muerte", observó el doctor Kawada. "Si tuviéramos que encontrar un paralelismo, sería entre la conciencia ‘Alaya’ y la idea Junguiana del inconsciente colectivo".
Aclarando algunos conceptos erróneos, el erudito Budista continuó: "Cuando el Budismo habla de negar el ‘Yo’, de lo que habla es de negar que este ‘Yo consciente’ sea nuestro ‘Yo’ real o verdadero". Además, elaboró, "El budismo ve las semillas de nuestras ilusiones y nuestros impulsos positivos, ambos dentro de la conciencia ‘Alaya’ en forma de una energía latente, que también se puede denominar como ‘karma’”.
Sobre el concepto del Origen Dependiente, el profesor observó, "se refiere a la interconexión de todas las cosas. La primera interconexión a la que apunta es esta relación entre la conciencia ‘Alaya’ y las otras capas de la conciencia. Otra conectividad en la conciencia ‘Alaya’ está por encima de la escala temporal. A cada momento tenemos nuevas experiencias, creando nuevo karma, y eso está conectado a través del tiempo, de forma tal que cada momento de cada experiencia kármica da a luz al siguiente. Esto es lo que crea el flujo continuo de energía kármica. En términos de espacio, la interconexión u Origen Dependiente de la conciencia ‘Alaya’ se refiere a la forma en que nuestra conciencia alaya interactúa con la conciencia alaya de otras personas que nos rodean".
El Dr. Kawada sugirió que el miedo a la muerte se basa en el temor de que la conciencia ‘Alaya’ vaya a desaparecer (lo cual no es así) y que vayamos a extinguirnos. Luego pasó a explicar a los invitados que se habían reunido para escucharlo que "el Budismo postula una conciencia aún más fundamental que soporta el funcionamiento de la conciencia ‘Alaya’ de todos los individuos. Esa es la novena conciencia, que puede ser considerada como la conciencia de la vida universal del cosmos en sí mismo. Esto es algo que también puede denominarse como la conciencia fundamentalmente pura o inmaculada.
Experimentando la conciencia inmaculada, podemos transformar el karma de negativo a positivo y, como dilucidó el Dr. Kawada, "todo ese buen buen karma también será transmitido después del momento de la muerte, y entonces se manifestará nuevamente como un ser humano individualizado en el futuro, cuando las condiciones sean las adecuadas. Una conciencia Alaya llena de karma positivo es otra manera de decir un Buda".
Mientras avanzaba hacia la conclusión de su discurso, Yoichi Kawada describió el estado al que los Budistas aspiran: "Dentro de la conciencia ‘alaya’ emerge una sabiduría a la que a veces nos referimos como el gran espejo de la sabiduría. Esta es la sabiduría para poder percibir todas las cosas exactamente como son. La sabiduría que surge de la consciencia ‘mano’ se conoce como la sabiduría indiscriminada. Esta es la sabiduría para ser capaz de ver y percibir la igualdad fundamental de todos los seres vivos e interactuar con ellos en una igualitaria e inmutable base de respeto".
El doctor Kawada concluyó: “Los conflictos pueden ser superados, incluso los conflictos étnicos y raciales, y también las amenazas al medio ambiente, si nos conectamos con este tipo de fuentes de sabiduría”.
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